Montevideo, 3 dic (EFE).- Las mujeres uruguayas y las extranjeras con más de un año de residencia en el país pueden someterse desde este lunes a un aborto de acuerdo a la Ley de interrupción voluntaria del embarazo, aprobada recientemente, informaron fuentes oficiales.
La ley recibió el visto bueno del Parlamento el pasado octubre y hoy se cumple el plazo legal de diez días desde que fue difundida su reglamentación por parte de las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) para que entre en vigor.
La nueva ley no legaliza técnicamente el aborto, sino que lo despenaliza antes de las doce semanas siempre que se sigan ciertos procedimientos regulados por el Estado.
Las mujeres podrán solicitar que se les practique un aborto en cualquier centro sanitario público o privado, que a partir de esta jornada "están obligados a realizar la intervención o a garantizar que ésta se haga por terceros en casos de objeción de ideario", destacó a Radio Carve Leticia Rieppi, directora de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud Pública.
En principio dos centros médicos vinculadas a la Iglesia Católica anunciaron que recurrirían a esa objeción de ideario, pero "hasta ahora ninguna (institución) se presentó para cumplir con ese trámite", agregó Rieppi.
Las autoridades sanitarias uruguayas han publicado un manual y una guía de procedimientos para practicar los abortos que deberán seguir las mujeres, los hospitales y clínicas, y los médicos.
Las mujeres podrán solicitar la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 12 semanas de gestación, período que se amplía a 14 semanas en caso de violación y sin restricciones para el caso de malformaciones del feto o riesgo de vida para la madre.
Previamente, las pacientes deberán pasar por una comisión formada por un ginecólogo, un psicólogo y un asistente social que le asesorarán sobre los riesgos de practicarse un aborto e incluso sobre la posibilidad de culminar su embarazo y dar al niño en adopción.
Posteriormente, la paciente tendrá cinco días para la reflexión y luego de ratificar su voluntad se le practicará el aborto "que será farmacológico" y siguiendo los criterios recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), agregó Rieppi.
A pesar de que hasta ahora estuvo penado por la ley, en Uruguay cada año se realizan más de 30.000 abortos, según cifras oficiales, aunque la realidad podría doblar ese número, señalan organizaciones no gubernamentales.
De acuerdo a una encuesta difundida el pasado mes de septiembre, el 52% de los uruguayos está a favor de la despenalización del aborto, el 34% en contra y el 14% no tiene posición tomada o prefiere mantenerla en reserva.
El sábado varias organizaciones sociales y grupos políticos lanzaron una campaña de recolección de firmas para pedir un referéndum que derogue la nueva ley.
El expresidente uruguayo Tabaré Vázquez anunció que firmará para lograr ese referéndum, después de vetar una ley similar en 2008 cuando era gobernante.
Vázquez fue el primer mandatario de izquierdas de la historia del país (2005-2010) con el Frente Amplio, el partido del actual mandatario, José Mujica, que no ha descartado unirse a esa demanda pese a promulgar la ley.