Nueva Delhi, 20 abr (EFE).- La sociedad india ha vuelto a indignarse por un nuevo caso aberrante de violación, esta vez a una niña de cinco años que se encuentra hospitalizada y cuyo supuesto agresor fue arrestado esta madrugada por la policía.
La capital india, donde esta semana se cometió el crimen, vivió hoy una jornada de fuertes protestas a cargo de cientos de personas, que tuvieron como escenario el cuartel general de la Policía y el centro médico AIIMS al que la pequeña fue trasladada ayer.
Según explicó a la prensa el superintendente médico del hospital, D.K. Sharma, la menor deberá someterse a "cirugía reconstructiva" pues ha sufrido "heridas en sus partes íntimas".
"Su condición es estable y está fuera de peligro. Está siendo alimentada con una sonda intravenosa. Está consciente y habla", agregó el doctor, citado por la agencia local IANS.
De acuerdo con las primeras pesquisas, la niña desapareció el pasado lunes y el miércoles la familia la descubrió en casa de un vecino del mismo edificio al escuchar sus gritos.
El agresor violó supuestamente a la niña en repetidas ocasiones y utilizó para ello objetos como botellas y velas, al tiempo que no le dio ni alimentos ni agua en los dos días que la mantuvo secuestrada.
La Policía india arrestó esta madrugada al sospechoso de haber cometido la violación en el distrito de Muzaffarpur, en el Estado norteño de Bihar, adonde había huido en tren desde Nueva Delhi.
Según los medios locales, el detenido es un varón de unos 25 años de edad que se había casado recientemente y al que su esposa acababa de abandonar.
Acusadas de no querer registrar al principio la denuncia y de sobornar a la familia para no hacerlo, las fuerzas del orden han presentado finalmente cargos de violación e intento de asesinato contra el sospechoso, que podría ser trasladado hoy a la capital.
Las autoridades políticas han reaccionado con especial rapidez ante ese caso, que contribuye a aumentar el estado de agitación y psicosis en torno a las agresiones sexuales que vive la India desde que el pasado diciembre una joven de 23 años falleciera tras ser violada y torturada en grupo en un autobús de Nueva Delhi.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, censuró ayer, día en que se conocieron los hechos, la actuación de la policía, prometió "acciones estrictas" y subrayó que la sociedad "necesita hacer una introspección y trabajar para erradicar la maldad de la violación".
Hoy hizo lo propio el presidente del gigante asiático, Pranab Mukherjee, quien instó a que se tomen "medidas urgentes para llevar a los culpables ante la Justicia".
Mientras, organizaciones como Unicef abogaron por "mejorar la seguridad de las chicas y las mujeres" en el país.
Este lunes tiene previsto además llegar a la India la relatora de la ONU sobre la violencia contra la Mujer, la surafricana Rashida Manjoo, para rendir una visita de diez días con el objetivo de investigar "los casos de violación contra las mujeres"
A modo de antesala a esta visita, el Centro Asiático para los Derechos Humanos (ACHR) publicó hoy un informe según el cual las denuncias por delitos sexuales contra menores se han triplicado en la última década en el país.
"Las ofensas sexuales contra niños en la India han alcanzado una proporción epidémica", afirmó en un comunicado el organismo, que aseguró que muchas de estas agresiones se producen en internados públicos.
El estudio, que se hace eco de datos oficiales, revela que las autoridades del gigante asiático registraron un total de 48.338 violaciones a menores entre 2001 y 2011, periodo en el que se pasó de 2.113 casos anuales a 7.112, lo que refleja un aumento del 336 %.
"Son solo la punta del iceberg pues la gran mayoría de los abusos sexuales a niños no son notificados a la Policía", subrayó la ACHR.
La ola de indignación y protestas que tiene lugar desde diciembre en la India suscitó un debate sin precedentes acerca de la situación de la mujer y condujo al Parlamento nacional a aprobar en marzo una ley para endurecer las penas contra agresores sexuales.
Sin embargo, muchos observadores han criticado que pese al impulso protector del Legislativo, en la práctica se ha producido un recorte en las libertades de chicas adolescentes y mujeres en una sociedad mayoritariamente conservadora.