El Cairo, 18 oct (EFE).- Los bombardeos del ejército sirio sobre la ciudad de Maarat al Nuaman y sus alrededores causaron hoy decenas de muertos en este feudo rebelde del norte del país, en la víspera de la llegada a Damasco del mediador internacional.
Un día antes que el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, desembarque en Damasco, los ataques por parte de ambos bandos sitúan en una situación delicada la tregua propuesta por el mediador internacional durante la fiesta musulmana del Sacrificio, que comienza el próximo 26 de octubre.
Pese a la presión internacional para que se declare un nuevo alto el fuego, tanto el régimen sirio como los grupos insurgentes intensificaron hoy sus operaciones en su lucha por el control del país.
El insurgente Abu al Mayed al Shami, miembro de la denominada "Brigada de los Libres del Sham", explicó por internet que los bombardeos sobre Maarat al Nuaman causaron decenas de muertos, mientras que las redes de activistas Sham y la Comisión General de la Revolución fijaron en 30 el número de fallecidos.
Al Shami señaló que siguen encontrando cadáveres y rescatando a los heridos de entre los escombros y añadió que los ataques perpetrados por cazabombarderos Mig 23 destruyeron varias viviendas de la localidad, ubicada en la provincia de Idleb.
En medio de los bombardeos, se registraron duros enfrentamientos entre los rebeldes y las tropas del régimen en los alrededores del cuartel de Wadi al Deif, el último reducto en la zona en manos de los soldados gubernamentales.
Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los insurgentes, que hace una semana anunciaron que controlaban esta área salvo el citado cuartel, lanzaron una ofensiva total contra Wadi al Deif, cercado desde hace días.
Ayer, los rebeldes derribaron un helicóptero del régimen de Bachar al Asad en Maarat al Nuaman, mientras que una veintena de personas perecieron en los bombardeos contra la aldea cercana de Kafrnabel.
Mientras, en Damasco, una moto cargada con explosivos estalló en las proximidades de la sede del Ministerio sirio del Interior, en el barrio damasceno de Kafer Susa, informaron fuentes oficiales, que agregaron que la explosión fue de baja intensidad y que no causó víctimas.
Por su parte, la agencia oficial de noticias siria, Sana, indicó que "terroristas" aparcaron la moto cerca de la mezquita Ozman bin Afan, del mencionado barrio, e hicieron estallar la carga por control remoto.
En los últimos meses se han sucedido las explosiones de artefactos o coches bomba en Siria, sobre todo en Damasco y su periferia, unos atentados de los que el régimen siempre acusa a los "grupos terroristas", como denomina a la oposición armada.
El atentado más grave fue el perpetrado por una brigada rebelde contra la sede de la Seguridad Nacional en Damasco en julio pasado, en el quedó descabezada la cúpula de la Defensa siria.
Los bombardeos y los enfrentamientos entre ambos bandos afectaron hoy especialmente a las provincias de Alepo y Damasco y su periferia, además de Idleb.
Los Comités de Coordinación Local (CCL) informaron de la muerte en esta jornada de al menos 150 civiles y rebeldes muertos, una cifra que el Observatorio rebajó a 126.
La espiral de violencia en la que se encuentra sumida Siria ha provocado un éxodo de civiles, que asciende a 2.000 personas diarias, la mitad de ellas menores de edad, según informó hoy en El Cairo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El coordinador regional del ACNUR, Panos Moumtzis, aseguró en una rueda de prensa que la situación en Siria es "peligrosa" y se espera que el número de refugiados sirios en los países limítrofes sea el doble a final de año, pasando de 340.000 hasta 710.000 personas.
Pese a esta situación, el enviado de la ONU y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, mantuvo hoy su esperanza en que su tregua se cumpla y sea un instrumento para hallar una solución política al conflicto.
"Si cesa la lucha y funciona la tregua, podremos construir un alto el fuego real para iniciar un proceso político que ayude a los sirios a resolver sus problemas y reconstruir la nueva Siria a la que aspira su pueblo", dijo Brahimi, que mañana llega a Damasco para tratar de convencer a ambos bandos de que acepten la tregua.
"Brahimi, el enviado conjunto de la ONU y la Liga Árabe, llegará a Damasco el viernes por la tarde, y está previsto que comience sus conversaciones el sábado con el ministro de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem", dijo a Efe una fuente de la ONU que pidió el anonimato.
