Bruselas, 13 nov (EFE).- La Unión Europea (UE) mostró las amplias diferencias que dividen tanto a los países como a las instituciones comunitarias sobre la dosis de austeridad que deben incluir los presupuestos europeos, al fracasar definitivamente las negociaciones sobre las cuentas para 2013 en el plazo establecido.
Tras levantarse el pasado viernes de la mesa de negociación, la Eurocámara decidió hoy no participar en la reunión de mediación y dar por muertas las conversaciones en torno a las cuentas de 2013, por la negativa de los veintisiete países comunitarios a aportar al menos 7.000 millones de euros adicionales para evitar impagos en 2012.
El plazo para lograr un consenso entre ambas partes expiraba esta medianoche.
El ministro chipriota de Asuntos Europeos, Andreas Mavroyiannis, quien presidió el Consejo de Presupuesto, acusó al Parlamento Europeo (PE) de "tomar como rehén" al presupuesto de 2013.
El fracaso de estas conversaciones tensan el ambiente de cara a la cumbre de líderes europeos que se celebrará a finales de la próxima semana, dedicada en exclusiva a discutir el presupuesto plurianual europeo para 2014-2020, sobre el que los países ya han mostrado sus amplias divergencias.
"El clima no será tan bueno la semana que viene y, si queremos tener un acuerdo, se habría dado hoy un impulso y creado nuevas dinámicas", aseguró la Presidencia chipriota de turno de la UE.
Sin embargo, la Eurocámara defiende su negativa como "una señal de que no pueden recortar las contribuciones al presupuesto europeo por debajo de las necesidades y las obligaciones de la Unión Europea", según dijeron fuentes parlamentarias.
Varios países, encabezados por Reino Unido y Alemania, se han mostrado contrarios a aumentar la dotación que aportan los países y abogan por congelar el presupuesto, lo que supondría recortar la financiación comunitaria en partidas como las ayudas regionales o la agricultura.
Tanto el PE como la Comisión Europea han criticado en reiteradas ocasiones a los Estados miembros por aprobar unos presupuestos demasiado restrictivos en los últimos ejercicios, lo que da lugar a que haya escasez de fondos para programas comunitarios como el Erasmus, que necesita 90 millones de euros este año para pagar a los estudiantes.
La Comisión Europea estimó que necesitaba 9.000 millones adicionales para cuadrar las cuentas este año, aunque aceptó trasladar 1.400 millones de estos a los presupuestos de 2013 para facilitar un acuerdo con los países, una postura que el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, se mostró dispuesto a aceptar esta mañana.
Schulz advirtió de que la línea roja que el PE no estará dispuesto a cruzar es el desembolso de 7.000 millones adicionales para asegurar que los proyectos en ejecución, como aquellos con cargo al fondo social europeo o la beca Erasmus, sean pagados.
España tiene pendiente por cobrar de Bruselas más de 1.400 millones de euros de pagos a proyectos y programas europeos, que desembolsó por adelantado y ahora debería haber recuperado del presupuesto comunitario 2012.
La Comisión Europea tendrá que presentar ahora una nueva propuesta, que deberá ser negociada y respaldada por el PE y el Consejo.
Ante el riesgo de caer en impagos hasta que se acuerde un presupuesto para 2013 y se solucione el vacío en las cuentas de 2012, la Presidencia chipriota de turno del Consejo de la UE señaló que estudiará con la Comisión Europea si es posible encontrar alguna fórmula para acelerar el proceso o priorizar los pagos.
"Lamentamos profundamente que ahora nos arriesguemos a que haya retrasos en el pago de programas muy importantes" como el Eramus, indicó Mavroyiannis.
Los Estados miembros y el PE sí se pusieron de acuerdo, con la reserva de Reino Unido, para añadir 670 millones de euros al presupuesto de 2012, destinados a asistir a las víctimas de sismos en Italia.