Con estrictos protocolos de bioseguridad, iniciaron los vuelos pilotos de Viva Air. La reanudación de la operación comercial de la aerolínea arrancó con un vuelo entre Medellín y Santa Marta.
Con dos horas de antelación llegaron los 56 pasajeros del primer vuelo de Viva Air, después de 5 meses sin operación comercial. En tierra, cada viajero debe cumplir protocolos como el distanciamiento de 2 metros en las filas, revisión de la temperatura con cámara térmica y uso de gel antibacterial. El tapabocas es obligatorio todo el tiempo.
En el counter hay acrílicos para evitar cualquier contacto entre usuarios y funcionarios de la aerolínea. Dentro del avión las cosas cambiaron, lo primero que resalta es el traje antifluidos de la tripulación. El capitán ya no puede saludar a los pasajeros, los baños están restringidos y no hay revistas para leer.
Terminado el abordaje, los usuarios quedaron separados: un grupo adelante, otro atrás y en el medio de la aeronave pocos pasajeros.
Después de un ritual de despedida por parte del cuerpo de bomberos del Aeropuerto José María Córdoba, inició el vuelo 5.748 con destino a Santa Marta.
La mayoría de los viajeros volvían a casa después de pasar más de 160 días en Medellín.
Después de sobrevolar los municipios de Remedios, Segovia, El Bagre, Magangué y Ciénaga, el avión aterrizó en el aeropuerto Simón Bolívar de la capital del Magdalena con otro arco de agua que le daba la bienvenida a la aerolínea.
El último paso del protocolo fue la salida por grupos de a 10 filas controlado por la tripulación.