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Kabul, 12 mar (EFE).- El presidente afgano, Hamid Karzai, pidió hoy a las fuerzas de la OTAN que detengan sus operaciones en Afganistán y se centren en acabar con los refugios insurgentes en las áreas tribales de Pakistán, informó la agencia afgana de noticias Pajhwok.
"Si se trata de una guerra contra los terroristas, entonces hay que destruir los escondites de los insurgentes más allá de la frontera. No hay terroristas en nuestros pueblos", aseguró el presidente afgano en un discurso público.
Karzai acudió a la ciudad de Asadabad, la capital de la provincia oriental de Kunar, para mostrar sus condolencias a las familias de las víctimas de varios bombardeos de la OTAN registrados en la zona en las últimas semanas.
Según datos de Pajhwok, más de 70 personas, entre ellas mujeres y niños, murieron el mes pasado durante los ataques de las fuerzas internacionales en el distrito de Ghaziabad y el valle de Nanglam.
Karzai rezó por los fallecidos antes de pronunciar un mitin frente a líderes tribales de la zona, dijo a ese medio el gobernador de Kunar, Wahidullah Fazli.
Ya durante su discurso, Karzai afirmó que los afganos están agradecidos por la ayuda que le prestan los países extranjeros, pero que a la vez están impactados por las muertes de civiles a manos de las tropas internacionales desplegadas en el país.
"Tenemos derecho a protestar por las muertes de civiles", afirmó el presidente afgano.
"Ninguna otra nación del mundo ha sufrido tanto como los afganos. Esta guerra ha sido impuesta sobre nosotros y queremos ponerle fin. No debería haber bombardeos ni arrestos innecesarios", añadió.
La gota que colmó el vaso para la paciencia de Karzai ocurrió el día 1 de marzo, cuando nueve menores que recogían leña fallecieron víctimas de un bombardeo de la aviación internacional en Nanglam.
Tanto el jefe de las tropas internacionales en Afganistán, David Petraeus, como el propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidieron perdón por el hecho, pero hoy Karzai reveló que no respondió a esas disculpas.
"Tenemos una historia y respetamos a nuestros huéspedes. Mi silencio no quiere decir que les respetaremos siempre", advirtió.
De acuerdo con Pajhwok, Karzai proporcionó fotografías de los niños asesinados en el bombardeo a un dirigente de la OTAN, y le pidió que las difundiera entre los gobiernos y pueblos de occidente.
El año 2010 fue el más sangriento para la población civil de Afganistán desde la llegada de las tropas internacionales al país, según reveló la ONU esta semana, aunque la mayoría de las víctimas se debieron a la acción de los insurgentes.
Según esos datos, 2.777 civiles fallecieron el año pasado por la violencia en el país, lo que supone un aumento del 15 por ciento respecto al año 2009.
La aviación de las tropas internacionales acabó el año pasado con las vidas de 171 civiles afganos, aunque el Gobierno de Afganistán califica desde hace años este tipo de acciones como "inaceptables".
En Afganistán hay desplegados unos 150.000 soldados extranjeros, de los cuales dos tercios proceden de Estados Unidos.
