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El Tribunal Superior de Justicia de Brasil decidió reducir la condena por corrupción del expresidente Luis Inácio Lula da Silva de 12 años y un mes a ocho años y 10 meses.
El expresidente fue condenado en primera instancia en julio de 2017 a nueve años y medio de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero. Un tribunal de segunda instancia agravó dicha pena en enero de 2018.
Sin embargo, un tribunal de apelaciones redujo la condena de Lula da Silva de 12 años y un mes a 8 años y 10 meses de cárcel, el fallo podría beneficiar al líder político con un régimen de detención domiciliaria.
Lula se encuentra en prisión desde el 2 de abril de 2018, acusado de ser el beneficiario de un apartamento tríplex en Guarujá (litoral del estado Sao Paulo) que le fue obsequiado por constructoras a cambio de contratos con Petrobras.
