En medio de la violencia que aún persiste en regiones de Antioquia, la historia de un joven desplazado refleja la dura realidad que enfrentan miles de víctimas del conflicto armado y así como este caso, las autoridades han atendido a más de 14 mil víctimas del conflicto en este primer semestre del año.
Su drama comenzó cuando bandas criminales llegaron a su territorio y lo querían a obligar a vender estupefacientes, pero él se negó.
Sin familia y sin un techo donde refugiarse. Hoy sobrevive vendiendo dulces y comida en las calles, temiendo que lo encuentren y le quiten la vida por haber denunciado a quienes lo querían obligar a delinquir.
La Alcaldía de Medellín y la secretaría de Derechos Humanos, brindan acompañamiento psicológico, asesoría jurídica y programas de retorno para que algunas familias puedan regresar a sus territorios cuando las condiciones de seguridad lo permiten.
A pesar del dolor, su esperanza es que alguien lo escuche, que las autoridades y la comunidad se pongan la mano en el corazón y extiendan una ayuda para que, al menos, este joven desplazado no tenga que volver a correr por su vida.
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