Kevin tiene 14 años y tiene ceguera total. Desde niño le pidió a su mamá que le regalara un teclado para aprender a tocar piano. Hace 3 meses empezó a cumplir el sueño y durante la cuarentena por el coronavirus, afinó las teclas y su canto.
Con sus manos mágicas, Kevin compone y toca el teclado. Tararea, canta y aunque por ahora le prestaron este piano, sueña con tener uno propio para poder seguir aprendiendo hasta llegar a sus propios conciertos.
Al lado de Kevin, siempre está su compañera fiel. Viviana, madre de 3 hijos y cabeza de hogar, recuerda que el primer regalo de infancia que entregó a su hijo fue un teclado de juguete y desde entonces, siempre esperó la oportunidad para aprender a tocar.
Los primeros acordes los dio en febrero de este año y durante el confinamiento obligado por el coronavirus, Kevin aprovecha día y noche el piano prestado para seguir aprendiendo.