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Jerusalén, 10 abr (EFE).- El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, declaró hoy que Israel está dispuesto a un alto el fuego con las milicias palestinas en la franja de Gaza y sus alrededores que ponga fin a la escalada de violencia que ha acabado con la vida de 18 palestinos en los últimas tres días.
"Si ellos dejan de disparar contra nuestras comunidades, dejaremos de disparar. Si dejan de disparar en general, habrá calma, será bueno", declaró Barak esta mañana a la radio israelí, según el diario "Haaretz".
En la tarde de ayer, el brazo armado de Hamás, las Brigadas de Azedin al Kassam, hicieron llegar a Israel una oferta de alto el fuego, informó ese rotativo, el cual precisó que las autoridades israelíes estaban en principio de acuerdo en aceptar la oferta pero iban a esperar para comprobar que, efectivamente, Hamás detenía el lanzamiento de cohetes desde la franja.
La pasada noche fue relativamente tranquila, aunque las milicias palestinas lanzaron tres proyectiles de mortero contra el territorio israelí del Neguev occidental, que cayeron sobre el Consejo Regional de Eshkol sin provocar daños graves ni víctimas, informó el servicio de noticias israelí "Ynet".
Uno de los proyectiles dañó un cable eléctrico y provocó un apagón en una zona que duró varias horas.
En los últimos dos días los milicianos palestinos han lanzado más de 120 cohetes contra Israel, y la fuerza aérea israelí ha llevado a cabo múltiples ataques aéreos en represalia que han acabado con la vida de 18 palestinos y herido a medio centenar.
La escalada comenzó después del disparo el jueves de un cohete antitanque desde Gaza contra un autobús escolar israelí, en el que resultaron heridos el conductor y un menor.
Se trata del periodo más violento en la franja y sus alrededores desde la operación militar israelí "Plomo Fundido", que a finales de 2008 y principios de 2009 segó la vida de 1.400 palestinos y 13 israelíes.
Hamás declaró el pasado jueves un primer alto el fuego que no logró detener las hostilidades.
