Bastó solo una firma para que la tercera generadora de energía eléctrica del país, Isagen y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le dieran otro impulso a la producción, por primera vez en Colombia, de energía geotérmica.
Así quedó consignado tras el acuerdo al que llegaron ambas instituciones el martes pasado. El BID a través del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) donó 2,7 millones de dólares a Isagen para la realización de estudios que le permitan iniciar las primeras cinco perforaciones y generar energía en módulos de 50 megavatios.
En la torta de financiación, Isagen aportará una contrapartida a la donación de 850 mil dólares al proyecto, mientras que el Ministerio de Minas y Energía aportará 200 mil dólares.
“Lo que hemos venido haciendo hace tres años es identificando los sitios con mayor potencial. Luego escogimos el sitio de mayores posibilidades y ahora con estos recursos del BID (…) hay que focalizar las perforaciones para ir y buscar el reservorio”, puntualizó Luis Fernando Rico Pinzón, gerente general de Isagen.
Rico Pinzón explicó que el sitio detectado para hacer las perforaciones (similares a las exploraciones de petróleo) está en el municipio de Villamaría, Caldas, en las estribaciones del volcán Nevado del Ruiz. Las perforaciones tienen un costo de 20 millones de dólares.
“Si todo marcha bien, el año entrante estarían realizándose las perforaciones y encontrando el recurso. Ya seguiría la construcción de una central térmica que tardaría entre 24 y 36 meses”, añadió el directivo.
Sería una planta que tendría un costo cercano a los 400 millones de dólares. A futuro y dependiendo de los hallazgos presentados, esta infraestructura se podría ampliar en módulos adicionales de 50 megavatios.
Desde el 2008 Isagen comenzó los estudios de prefactibilidad para la generación limpia a través de la geotermia. Esta tecnología no es más que el aprovechamiento del calor, como recurso natural que está en el fondo de la tierra.
La función principal de la planta sería la de utilizar ese calor, pasando agua por tuberías de tal forma que el vapor de ella lo aproveche una turbina y de ahí pueda generar eléctricidad.
En el mundo, Estados Unidos, Italia, Chile y algunos países de Centroamérica como Costa Rica o el Salvador han implementado esta tecnología para la generación eléctrica.
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