Toronto (Canadá), 27 nov (EFE).- La ingestión de toronjas (pomelos) junto con la de algunos medicamentos utilizados habitualmente puede tener graves consecuencias e incluso causar la muerte, según un artículo publicado hoy por la Revista de la Asociación Médica de Canadá (CMAJ, por su sigla en inglés).
En el artículo se añade que la creación de medicamentos con nuevas formulaciones y entidades químicas ha provocado que en los últimos cuatro años se dispare el número de medicinas que pueden provocar graves daños a la salud de personas que también ingieren toronjas.
"Muchos de los medicamentos que interactúan con el pomelo son muy prescritos y son esenciales para el tratamiento de condiciones médicas importantes o comunes", dijo el doctor David Bailey, uno de los autores del artículo. "Sin embargo, recientemente, ha aparecido una preocupante tendencia. Entre 2008 y 2012, el número de medicamentos con el potencial de interactuar con la toronja y provocar graves efectos negativos ha aumentado de 17 a 43, lo que representa una tasa media de incremento de más de 6 medicamentos al año", añadió.
También señaló que "este aumento es un resultado de la introducción de nuevas entidades y formulaciones químicas".
El artículo indicó que entre las reacciones adversas se incluyen la muerte súbita, grave fallo renal, fallo respiratorio, hemorragia gastrointestinal, supresión de la médula ósea en personas con inmunodeficiencias y toxicidad renal.
Según los autores, hay más de 85 medicamentos en el mercado que pueden interactuar con la toronja, de los que 43 pueden tener graves efectos secundarios.
Pero también las naranjas de la variedad Sevilla (a menudo utilizadas para producir mermeladas) y las limas contienen los mismos ingredientes activos (furanocoumarinas) que los pomelos.
Estos químicos inhiben la enzima CYP34A, que metaboliza medicamentos en el intestino, lo que puede producir que el individuo reciba una dosis tóxica.
Los medicamentos que interactúan con las furanocoumarinas tienen tres características, según el artículo: se administran de forma oral, tiene una biodisponibilidad (porcentaje de la dosis oral del medicamento absorbido en el riego sanguíneo sin cambio) muy baja o intermedia y son metabolizadas en el tracto gastrointestinal por la CYP34A.
Los autores también advirtieron de que la interacción se puede producir incluso si el pomelo ha sido consumido "muchas horas antes de tomar el medicamento".