Por casos de explotación sexual de menores, 10 inmuebles turísticos entraron en extinción de dominio en Medellín en los últimos dos años. Organizaciones alertan por falta de regulación de estos espacios que facilitan estos delitos.
La ofensiva contra la explotación sexual de menores también ha llevado al decomiso para extinción de dominio de 10 viviendas turísticas en Medellín desde 2024 a la fecha. Seis el año pasado y cuatro más en 2025.
Este tipo de inmueble para renta corta, según organizaciones de protección de la niñez, han favorecido los delitos contra los niños y adolescentes porque hay falencias en el control a la hora de arrendar, son reservadas las identidades y hay cierta clandestinidad en el ingreso de sus ocupantes, sobre todo en las viviendas turísticas informales.
De los 18 extranjeros capturados por este delito en los últimos dos años en Medellín, más de un 80 % ocurrió en una vivienda turística en compañía de una menor víctima, sobre todo en Laureles, Belén, Poblado y el Centro. Por este tipo de riesgo, Airbnb retiró el año pasado 150 de estos inmuebles.
Solo este año, se han suspendido ocho viviendas turísticas, pero la secretaría de gestión y control territorial ya solicitó la suspensión de 2 mil registros nacional de turismo por irregularidades en este tipo de alojamiento temporales.