Pico y placa Medellín

icon
-
icon
-
noun-live-broadcast-1664839 Señal en vivo

Infertilidad, una realidad más común de lo que se cree

El problema de infertilidad es más común de lo que se cree en Colombia, pues estudios recientes hablan de una incidencia del 15 % al 20 % en la población en general, pero entre un 8 a un 12 % de parejas que buscan un hijo pueden enfrentarse a esta situación, pero, ¿Por qué se da este fenómeno?, pues muchos factores y en el siguiente informe se lo contamos.

Expertos aseguran que la infertilidad es una patología más común de lo que se cree y no tiene que ver con ser hombre o mujer, cuando se presenta lo hace en la pareja.

La Organización Mundial de la Salud define infertilidad como búsqueda activa de un embarazo por un período de un año cuando la mujer tiene hasta 36 años de edad. Si es mayor, la búsqueda por medio de relaciones sin protección no debe superar los 6 meses, si no se da el embarazo, es necesario acudir a ayuda porque son probables los problemas de infertilidad.

El 60 % de las parejas que buscan un embarazo pueden llegar a lograrlo durante el primer año de búsqueda. Aunque la dificultad se presenta en la pareja, si hay mayor incidencia en las mujeres

En la medicina tradicional china, no se habla de infertilidad, sino de fertilidad y del equilibrio que requiere una pareja para concebir un embarazo.

Aseguran los expertos que la presión social que ejerce el núcleo cercano termina por afectar no sólo el proceso, sino la estabilidad emocional de la pareja que intenta convertirse en padres.

La manera de condicionar el comportamiento de los niños y niñas desde los primeros años de vida con regalos rosa o azules, carros o cocinas, superhéroes o muñecas, en muchos casos sí terminan por impactar los proyectos de vida.

Los expertos aseguran que la comunicación, el amor de pareja y el propio y entender que no siempre nuestros planes llegan a cumplirse, es primordial para enfrentar culpas, rabias, ansiedad o bloqueos.

Catalina Rengifo soñaba con tener dos hijos que nunca llegarán.

Algunos estereotipos han impuesto una simbiosis, la de madre y mujer, la cual ha llevado frustración a muchas mujeres, pero ahora la lucha de quienes, por alguna razón, no pueden concebir se impone por el rol valioso que cumplen en la sociedad. Este es el caso de Catalina Rengifo, una exitosa profesional.

Catalina Rengifo es una mujer de carácter arrollador, abogada de profesión, experta en tecnologías de la información. Actualmente es la Gerente de Proyectos de Filantropía para Microsoft en las Américas. Desde su adolescencia pensaba tener su vida planeada, en ella había dos hijos, Lupe y Antonio. Hijos que no llegaron y nunca llegarán.

En la memoria de Catalina aún retumban las palabras de su madre, cuando una tarde, tras salir del colegio y contarle que había algo extraño en su ropa interior le dijo “ No hay por qué llorar, es momento de alegrarse, ya eres mujer, ya puedes ser mamá” Desde ese instante su cerebro se revolucionó.

En ella, ese paradigma de que ser mujer es sinónimo de ser madre no se dio. Durante 6 años se sometió a todo tipo de procesos de fertilidad, médicos, naturales, recomendados, con chamanes, con medicina alternativa y hasta acupuntura, pero nada funcionó y cada vez la esperanza de tener dos hijos en sus brazos, se hacía más lejana.

Un banco de óvulos fallido, es algo así como ahorrar para comprar una casa pero cuando se destapa la alcancía el dinero ahorrado se ha perdido. Eso fue lo que la llevó a ella y a su esposo a decir no más, a hacer catarsis y a comenzar un proceso de sanación.

Aparte de las decepciones por los intentos fallidos, entre los dramas durante el proceso estuvieron las indiscreciones que terminan por generar mayor presión.

El apoyo de su esposo y el amor de Tato, un bulldog francés de 9 años, la han ayudado a resistir y a aceptar que ser mujer no es sinónimo de ser mamá.

Confía en que algún día los estereotipos que se generan en la sociedad cambien y que hombres y mujeres puedan tener las mismas oportunidades de explorar la vida sin preconcepciones, que terminan por generar limitaciones e impotencias.

Lea también: 8 de cada 10 casos de infertilidad se pueden prevenir

Gabriel Jaime y su esposa desistieron de tener hijos juntos

La presión social que, sobre todo, recae en la mujer por la infertilidad también toca a los hombres cuando el problema es de ellos, pero se vive con más pasión en pareja, aunque en el caso de Gabriel Jaime Álvarez y Mónica Valencia es ejemplo de resiliencia.

Para algunas personas es fácil hablar de su realidad, para otras es complejo y más cuando se trata de un tema que toca a toda la familia, la infertilidad. Si para una mujer es difícil, para un hombre lo es más. Gabriel Jaime Álvarez y su esposa intentaron mucho tiempo concebir un hijo, pero esa ilusión no se hizo realidad.

Cuando estaba en su juventud a Gabriel Jaime Álvarez, jamás se le pasó por la cabeza tener hijos o conformar un hogar. Pero a los 30 años su mentalidad cambió. En Mónica Valencia, encontró su complemento, y con ella comenzó a planear un futuro con hijos y matrimonio, el matrimonio se dio, pero los hijos no llegaron .

Mónica ya tiene un hijo de 24 años, y tras su nuevo matrimonio esperaba que un bebé trajera más alegría a su hogar.

A los resultados negativos día a día se sumó la presión social y familiar.

Fueron momentos difíciles que pusieron a prueba ese juramento de estar siempre juntos en las buenas y en las malas.

Y fue juntos que optaron por superar la barrera y entender que no serían papás. El vacío lo llenan hoy con Gabo y Jimmy, dos gatos, que por casualidad llegaron para quedarse en el hogar de Gabriel y Mónica.

Para ellos la infertilidad no ha sido excusa para no ser felices.