Con la presencia de delegados de los gobiernos Nacional, Departamental y las autoridades indígenas Emberá y Tule, se inició ayer de manera oficial el proceso de formulación de los Planes de Salvaguarda para Pueblos Indígenas Capítulo Antioquia.
Con este proceso, que durará por lo menos cinco meses en su fase de construcción, nativos y funcionarios oficiales esperan tener mecanismos más eficaces para la atención y prevención de las problemáticas que hoy amenazan la supervivencia de los pueblos Emberá y Tule que habitan en el departamento.
Además, con lo anterior se da cumplimiento a lo ordenado por la Corte Constitucional en su Auto 004 de 2009. En dicha Providencia, la Alta Corte señaló que, por cuenta del accionar de los grupos armados al margen de la Ley, muchos de ellos vinculados a actividades del narcotráfico, por lo menos 34 etnias indígenas colombianas se encontraban en grave riesgo de exterminio, tanto física (por el asesinato de líderes y miembros de las comunidades) como culturalmente (debido al desplazamiento al que se ven obligados por el conflicto armado).
Entre las comunidades señaladas figuraban los Emberá y los Tule, cuya presencia en Antioquia supera los 35 mil nativos. Por tal razón, la Corte le ordenó al Gobierno Nacional diseñar planes especiales y diferenciados para garantizar la salvaguarda de los pueblos indígenas.
“Para la realización de esos planes se concertó con las comunidades la parte presupuestal, saber cuánto necesitan para su elaboración. Luego, en estos cinco meses, ellos realizan los diagnósticos, identifican cuáles son las situaciones que más los están afectando y diseñan las rutas diferenciadas para prevenir y atender dichas afectaciones”, señaló Carlos Chirindoy, delegado del Ministerio del Interior que acompañará este proceso.
Según el Funcionario, “después de que ellos construyan el documento, con el acompañamiento del Ministerio (del Interior) y Acción Social, viene la fase de ejecución y ahí es donde entran las instituciones del Estado en atención y prevención”.
Panorama
¿Y cuál será el diagnóstico que las comunidades indígenas antioqueñas construirán? De acuerdo con William Carupia, vocero de la Organización Indígena de Antioquia (OIA), el panorama no es alentador.
“En vez de mejorar, la situación de los pueblos indígenas, en materia de violación a los derechos humanos, empeora. Este año nos han asesinado 17 indígenas; 12 líderes locales y regionales están amenazados”, señaló Carupia, quien el pasado 18 de octubre denunció amenazas contra su vida: “un desconocido me llamó al celular y me dijo que dejara de ‘joder’ con ese cuento de tierras y colgó”.
Según el dirigente indígena, gran parte de las dificultades que afrontan hoy los resguardos en Antioquia derivan del accionar de los grupos armados ilegales. Y es que a la presión para obligarlos a cultivar coca y para reclutar a los más jóvenes, los nativos deben soportar que los miembros de los grupos armados ilegales, sean guerrillas o bacrim, exploten madera y oro ilegalmente.
“Y los que se oponen son amenazados. Eso que está generando: desplazamientos forzados, restricciones a la movilidad y, por ahí derecho, inseguridad alimentaria”, aseveró Carupia, quien espera que con este proceso, los nativos puedan recuperar la tranquilidad que el conflicto armado les está quitando.
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