Fernando Botero se caracterizó por sus pinturas con líneas voluptuosas, también, por plasmar lo que veía, por lo que muchos decían que en sus obras plasmaba a Colombia.
De acuerdo a esta característica de sus creaciones, algunos hablaban de que el artista antioqueño también era un exponente del “Realismo mágico”, ese que hizo famoso el Nobel de Literatura Colombiano, Gabriel García Márquez.
En varias de sus pinturas, se refleja Colombia, realidades y críticas implícitas en sus creaciones. Aquí un recuento de algunas de esas creaciones.
La Familia Colombiana: 1973
La Familia del presidente: 1967
Nuestra Señora de Colombia: 1967
La Casa de Raquel Vega: 1975
La Guerrilla de Eliseo Velásquez: 1988
Con estas obras, Botero sólo mostraba lo que sucedía en el país, también le hacía crítica a los valores en las familias y en la sociedad de la época, convirtiendo sus obras en algo más que pinturas.