[Comentario de LACalle] A diez años de la asombrosa desaparición de las Torres Gemelas en la capital del mundo, el suceso terrorista más grande de la historia política de la humanidad, lo más esquivo, manoseado y estropeado sigue siendo la verdad.
Ya son diez años. 11 de septiembre de 2001. El terrorismo piloteando aviones llenos de pasajeros se estrella contra las Torres Gemelas en Nueva York. Las torres, llenas de gente, se desploman sobre la gente. Nadie sabe nada, todos creen todo, la especulación es bomba atómica, especulación y política se confunden. Humo y polvo son en esos momentos las señales del mundo.
Humo y polvo es lo que queda ante las miradas aterradas y pegadas al televisor ese día y los días siguientes, y diez años después. El terror sabe que tiene todo el poder, porque es la máxima debilidad de todos. Es la principal y más mortal arma de guerra, y la guerra y las armas, hoy, no tienen conciencia, y si la tienen, es sólo humo y polvo.
Las especulaciones sobre lo ocurrido hace diez años en el World Trade Center de Nueva York tienen el tamaño de lo ocurrido. Hasta de extraterrestres se habla en el caso de los daños en el Pentágono…
Los muertos fueron contados, los daños evaluados, las calles desempolvadas. Pero la verdad, que es lo más arisco y lo más político, la mayor demagogia, sigue, hoy, bajo el humo y el polvo.
Luis Alirio Calle M.
@LuisAlirioCalle