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El Cairo, 19 mar (EFE).- La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) pidió hoy la suspensión inmediata de la asistencia militar que EEUU presta a Yemen hasta que cesen los ataques contra los manifestantes de la oposición.
La petición se conoce un día después de que decenas de opositores (25 según el Gobierno y 41 según la oposición) perecieran cerca de la Universidad de Saná por los disparos de francotiradores que, según testigos, vestían de civil.
"Estados Unidos debería suspender inmediatamente su asistencia militar a Yemen hasta que el presidente Ali Abdalá Saleh cese sus ataques contra las protestas mayoritariamente pacíficas y sean procesados los responsables", afirmó HRW en un comunicado.
La organización sostiene que se trata del ataque más sangriento contra activistas de la oposición, que lleva protagonizando manifestaciones contra el régimen de Saleh desde el pasado 27 de enero, aunque se intensificaron a mediados de febrero.
HRW "no puede confirmar versiones de que las fuerzas de seguridad también dispararon a los manifestantes" ayer, pero, según el comunicado, algunos de los que hicieron los disparos "eran expertos en tiro", lo que sugiere que se trataba de profesionales.
"Estados Unidos debería respaldar sus comentarios condenando esta matanza con acciones, y debería interrumpir la ayuda militar a Yemen", afirmó la directora para Oriente Medio de HRW, Sarah Leah Whitson.
Yemen ha recibido de Estados Unidos en los últimos cinco años un total aproximado de 300 millones de dólares en asistencia para el Ejército y las fuerzas de seguridad, especialmente para combatir a Al Qaeda, que ha instalado en Yemen su base regional.
HRW lamenta que, durante los tiroteos de ayer, "sesenta hombres uniformados de la Seguridad Central, una fuerza policial especializada, estaban mirando sin reaccionar", según dijo a la organización un activista de derechos humanos.
Uno de los testigos dijo que vio cerca de treinta francotiradores disparando contra los manifestantes desde ventanas y tejados de los edificios próximos a la plaza donde estaban concentrados los manifestantes de la oposición, cerca de la Universidad de Saná.
La ONG dijo que, como respuesta, los participantes en la protesta pública se defendieron arrojando piedras a los edificios desde donde partían los disparos.
Según el recuento de víctimas hecho por un activista de derechos humanos y entregado a HRW, se pudo confirmar la existencia de treinta cadáveres por este tiroteo, incluyendo una niña de 4 años que recibió disparos en la cara.