Medellín, una ciudad de más de 400 años de historia, como cualquier ciudad antigua, tiene sus relatos de terror y leyendas urbanas.
Unas de ellas son muy antiguas y otras mucho más recientes, lo cierto es que muchas de ellas se van transmitiendo de generación en generación.
Estas son algunas algunas de las más historias de terror más conocidas:
El fantasma del Hotel Nutibara: El Hotel Nutibara es uno de los lugares más emblemáticos de Medellín y, según la leyenda, está embrujado. Las historias dicen que en los pasillos del hotel se escuchan risas y murmullos de niños, a pesar de que no hay niños presentes. Otros cuentan historias de objetos que se mueven solos y sombras que se desplazan por los pasillos.
Si bien no se conoce a ciencia cierta algún caso de violencia o alguna muerte ocurrida en el hotel, si se sabe que hay quienes se quitaron la vida lanzándose desde las ventanas y los balcones. Además, este popular hotel construido a principios del siglo XX, recibió visitas de brujas que llegaban hasta allí a hacer sesiones de espiritismo y tarot.
El Puente del Diablo: Ubicado en el municipio de Envigado, en el barrio La Paz, se dice que el Puente del Diablo es el hogar de un espíritu embrujado. La leyenda cuenta que durante la construcción del puente, un trabajador murió en extrañas circunstancias y se dice que su alma quedó atrapada en el lugar. Según testimonios, aún se puede escuchar su lamento en las noches de luna llena y a quienes han cruzado caminando por allí se han llevado una experiencia de profundo terror.
El Espectro de la Loma de los Bernal: La Loma de los Bernal es una colina que se encuentra en el occidente de Medellín. Se dice que en las noches de niebla espesa, se puede ver un terrorífico espectro vestido de blanco que camina por la loma.
Algunos aseguran que se trata del espíritu de un antiguo habitante de la zona, pues se rumoraba entre los vecinos, que un jovencito murió cuando se encontraba robando frutas de una finca del sector; otros aseguran que el niño fue asesinado por estar dañando los frutales. Sin embargo, lo que sí se sabe con certeza, es que este barrio hace años, fue un importante lugar funerario para los indígenas Aburraes y en la construcción del barrio se encontraron cientos de guacas.
El Cementerio de San Pedro: Este sería uno de los cementerios más antiguos de Medellín, por lo cual alberga muchas historias de terror. Construido inicialmente para los ricos de la época, este lugar fue testigo de cientos de historias y tragedias. Quienes lo visitan con frecuencia han reportado avistamientos de figuras espectrales, aseguran que algunas de las tantas esculturas mueven sus cabezas o que hay sobras que se esconden tras de ellas.
Allí hay un mausoleo que hasta hace poco tenía música las 24 horas, pero hay quienes aseguran que han escuchado voces y llantos diferentes a este sonido, que también era aterrador.
Durante la década de los 80, este lugar fue el lugar de reposo de muchos hombres y mujeres asesinados por la mafia, violencia que no permitía el descanso ni siquiera, después de la muerte. Algunas de las tumbas de este lugar fueron profanadas en dicha época, por lo que algunos creen que las almas de estas personas nunca pudieron descansar en paz.
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