Sara nació con tan solo 24 semanas y dos días, pesó 465 gramos, ni una libra. Era tan frágil que debían tomarla con el mayor cuidado, como una fina porcelana. Se convirtió en la paciente más pequeña que ha nacido en el hospital Manuel Uribe Ángel de Envigado.
“Ella desde que nació estuvo en cuidados intensivos desde el 2 de enero del presente año, duró 112 días hospitalizada, la mayoría en cuidados intensivos, necesitaba ventilación mecánica, no pueden comer adecuadamente porque todos sus sistemas están muy inmaduros”, explicó Felipe Andrés Palacio, pediatra del hospital Manuel Uribe Ángel.
Con un panorama adverso, donde solo la fe de sus padres y profesionales de la salud apostaban porque viviera, Sara comenzó a superar las dificultades de forma paulatina. Pasó a respirar por sí sola y sus órganos iban en desarrollo. Se empezaba a convertir en un caso único.
“Desde mi experiencia en el hospital Manuel Uribe, ha sido la niña con menor edad gestacional y más pequeñita que hemos tenido y que hemos podido sacar adelante, Sara nació pesando menos que una libra de arroz para que me entienda la gente, es una paciente que puede tener muchas complicaciones y que en cualquier momento pudo haber fallecido”, agregó Palacio.
Emotivo fue el momento cuando Sara salió graduada del hospital. Sí, le ganó la lucha a la muerte. Los profesionales de la salud le hicieron una calle de honor, hasta ponerla en brazos de su madre, entre risas y lágrimas empezaba su viaje a casa.
Sin duda la historia de esta pequeñita es una luz de esperanza y de vida para el mundo.
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