Dice El Principito que lo esencial es invisible a los ojos, y de eso sí que Alberto ha sido testigo. Hace 19 años perdió la visión tras un accidente de tránsito. En sus ojos no hay más color que el negro, pero cada día él elige como sentir su realidad, cómo transformar su vida. Tiene 38 años y se convirtió en el primer ciego en correr la Maratón Medellín en tres horas y 35 minutos.
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“Yo siempre digo que los últimos siete kilómetros son de mucha cabeza y sobre todo de no ver tanto sino más sentir, sentir todo lo que has logrado, sentir los momentos que te dijiste que no a ti mismo y lo lograste”, expresó Alberto Carrillo Devesa, psicólogo.
A sus 19 años, cuando salía de una boda en estado de embriaguez, sufrió un accidente de tránsito y tras intentar atentar contra su vida después de quedar ciego, su vida se transformó.
“No se lo deseo a nadie, pero yo me levanto todos los días viendo negro y me acuesto viendo negro, solo es cuestión de literalmente seguir para adelante, hoy en día no veo mi discapacidad sino veo mi habilidad”, aseguró.
Aunque de profesión es psicólogo y dicta conferencias sobre las posibilidades y oportunidades que tienen las personas con discapacidad, también es un atleta nato, que se ha encargado de romper todas las barreras.
“Hago Ironman que es un triatlón, que es natación, bicicleta y correr, he hecho siete maratones incluido de esos siete cuatro majors que son las cuatro maratones más grandes del mundo, de las seis llevo cuatro”, agregó.
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Alberto además es el primer ciego de Colombia que tiene el mejor tiempo en Ironman full y el tercer mejor tiempo del mundo en esa categoría. Corre por quienes no pueden hacerlo, y alza su voz por las personas que como él tienen dificultades físicas, los motiva e impulsa a salir adelante.
