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Madre comunitaria se ha dedicado durante 35 años a la atención y cuidado de los niños 

Madre comunitaria se ha dedicado durante 35 años a la atención y cuidado de los niños 

En el corazón del barrio Caunces de Oriente, en la comuna 9 de Medellín, vive Margarita María Meneses, una madre comunitaria que durante 35 años se ha dedicado a la atención y cuidado de los niños. 

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Su historia comenzó hace más de tres décadas, cuando doña Lucy recorrió el barrio Caunces de Oriente, de puerta en puerta, buscando mujeres dispuestas a cuidar y educar a los niños más vulnerables. 

Este ejemplo hizo que Margarita no dudara en asumir la misma causa. Desde ese día, su casa y su corazón se convirtieron en un refugio de amor y aprendizaje.

“La convocatoria se dio de esta manera, salió doña Lucelly de puerta en puerta a buscar madres que estuviésemos interesadas en atender a los niños y atender más vulnerables de Caunces de Oriente”, contó Margarita. 

Para ella, ser madre comunitaria va más allá de enseñar letras y números. Su labor es una escuela para la vida, donde a través del juego inculca valores fundamentales. 

“Nosotros nos llamamos madres comunitarias, porque no solamente enseñamos números, ni letras, enseñamos valores, enseñamos a jugar, porque acá prácticamente la enseñanza para los niños va todo basado a través del juego”, aseguró. 

Pero su camino no ha estado exento de dificultades, perder a su esposo fue un golpe duro, pues él no solo era su compañero de vida, sino un apoyo fundamental en su labor.

“De verdad me sentí muy quebrantada, porque era una persona que era servicial en la comunidad y muy colaboradora con mis niños”, manifestó. 

Su labor ha impactado a más de 500 niños a lo largo de los años, muchos de los cuales ahora traen a sus propios hijos a su cuidado.

“Yo diría que una cifra así loca por ahí más de 500 niños y no solamente anteriormente, porque ahora estamos atendiendo son los hijos de esos niños que estuvieron acá”, señaló. 

Hoy, Margarita sigue siendo un ejemplo de entrega, vocación y amor incondicional. su historia no es solo la de una madre comunitaria, sino la de una luchadora incansable que ha transformado vidas con su servicio.

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