La vida de Julio Castro está completamente centrada en una pasión: Atlético Nacional. Verde y blanco invadieron la totalidad de sus pertenencias: cortinas, llaves, joyas, libros, moto e incluso toda su vestimenta diaria, de pies a cabeza, es completamente del verde paisa.
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“Toda mi vestimenta es de Nacional siempre y tuve una mujer, ‘pero amor tú no te pones sino esa ropa, ay no qué pereza, en la calle me dicen que, si no tiene más ropa’, entonces yo le dice: ‘tú me conociste así’”, cuenta.
Julio confiesa que a lo largo de su vida ha hecho muchas locuras en honor a su equipo.
“Estaba en la costa, en Santa Marta y empeñé la moto para venir a ver el partido de Nacional, perdimos, pero igual”, dice.
Y ahora debido a su pasión por el verde y blanco de Antioquia está dispuesto a cambiar de identidad.
“Me quiero cambiar el nombre porque las alegrías que me ha dado Nacional son bastantes, no solamente por las Copas Libertadores, todos los triunfos que me ha dado. Todo el que me conoce aquí en Bello y hasta Medellín, ya me conocen y me dicen verde, Nacional, verdolaga”, asegura.
Mientras completa los trámites, Julio seguirá yendo fecha tras fecha, al Atanasio, a la sur, donde puede expresar la totalidad de su ser, acogido en el sentimiento verdolaga.
