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Según la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y cuidados intensivos, de nada sirve tener los equipos, si no se tiene el personal para hacerle seguimiento a los pacientes delicados las 24 horas del día. En el siguiente informe les mostramos cómo está el panorama de las camas y el personal médico idóneo para operarlas tanto en el país como en la ciudad.
La ocupación máxima de las UCI y la falta de ventiladores son el principal temor en tiempos de pandemia. Algunas ciudades, a pesar de la llegada de equipos entregados por el Gobierno Nacional, no han podido expandir su red hospitalaria al ritmo que hubieran querido, pues la situación ha puesto en evidencia la falta de personal especializado para atender las unidades de cuidados intensivos.
La Asociación Colombiana de Medicina Crítica también aclaró que una cama UCI es dirigida por un intensivista que a su vez debe tener a su cargo al menos 10 profesionales especializados en medicina crítica. Las matemáticas son claras, si Colombia llega a la meta de las 10.000 UCI y todas llegaran a ocuparse, los médicos no alcanzarían.
En Medellín actualmente hay 119 intensivistas para 741 camas de cuidados intensivos pero para cubrir la capacidad de la meta que son mil unidades, se necesitarían más de mil profesionales que apoyen los intensivistas, aún cuando cada uno está en capacidad de ver a diez pacientes covid simultáneamente.
Pero ese no es el único desafío que enfrentan los profesionales de la salud dedicados a los pacientes COVID. Ellos son el primer frente de batalla y tienen mayor riesgo a contagiarse. Si alguno falta por estar aislado o enfermo, la UCI perdería su capacidad funcional.
