Después de pasar 6 años como habitante en condición de calle, Óscar Jairo Tobón, no solo logró rehabilitarse, sino que se convirtió en educador. Hoy lleva su mensaje de optimismo y superación a quienes lo acompañaron en las calles, pero no han podido salir de ellas.
Reza el refrán que la curiosidad mató al gato, y aunque Óscar no tuvo ese desenlace físicamente, sí murió en vida. Por curiosidad, a sus 21 años decidió probar el bazuco. Aunque estudiaba y trabajaba, esa batalla se la ganó las drogas.
Seis años permaneció como habitante en condición de calle, viviendo en el Bronx, perdió todo contacto con su esposa, sus hijos, hasta que un día y como si hubiera sido un susurro divino, tomó la decisión más importante de su vida.
Después de 4 años se rehabilitó, se convirtió en educador y ahora ayuda a los hombres y mujeres que como él están en las calles y no han podido retomar su vida.
Aunque le ganó la batalla a las drogas, hay una que hasta ahora ha perdido, y que debido a sus decisiones le ha costado lo más importante en su vida, recuperar a sus hijos.
Visite además:
