La tranquilidad de la marcha en Medellín durante gran parte de la jornada fue atribuida por los propios marchantes al ritual dirigido por integrantes de la Guardia Indígena, que logró conjurar los brotes de disturbios en todo el recorrido.
La marcha de obreros, estudiantes, artistas, ambientalistas y sindicalistas en Medellín fue guiada por la Guardia Indígena, que con un ritual, asegura haber logrado mantener durante gran parte del trayecto la calma y buena convivencia entre los marchantes.
Con aromas e incienso, los indígenas que participaron del paro en esta parte de Colombia, aseguraron que protegieron a las más de 20 mil personas que salieron a las calles a protestar.
Las etnias indígenas en Antioquia aprovecharon la protesta para exigir que les devuelvan las tierras y paren los ataques contra esta población en varias regiones del país.
Por más de 20 kilómetros, la guardia indígena cantó, protestó, guio y dirigió el paro nacional por las calles de Medellín.
