El sector transporte del área metropolitana de Medellín ha encendido las alarmas frente a una profunda descompensación económica que amenaza con afectar la sostenibilidad del sistema.
Según el gremio transportador, el sector atraviesa una profunda crisis financiera, debido a que los ingresos no alcanzan para cubrir los altos costos operativos, lo que ha llevado a que muchos buses queden fuera de servicio por fallas mecánicas en motor, transmisión o caja, generadas por la falta de mantenimiento adecuado.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Transportadores del Valle de Aburrá, esta alternativa resulta más viable económicamente, ya que un bus nuevo supera los $540 millones de pesos, mientras que los ingresos actuales solo permiten cubrir cuotas mensuales de entre 2 y 3 millones de pesos, frente a los 9 o 10 millones de pesos que requiere un vehículo nuevo.
Según el gremio, esta crisis solo puede ser compensada con la implementación de subsidios estatales y políticas de fomento financiero.
Estos recursos permitirían avanzar en la modernización del parque automotor y facilitar la creación de corredores preferenciales o exclusivos, así como una mejor integración entre los sistemas de transporte masivo y colectivo.
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