El Gobierno venezolano inició hoy en la madrugada el traslado de 2.500 presos de la cárcel El Rodeo I, intervenida el pasado viernes, a otros cuatro penales ubicados en el centro y en el occidente del país, según fuentes oficiales.
"El traslado de los internos se inició con toda normalidad en la madrugada de este domingo", señala la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN) y aclara que aún quedan más de mil reclusos del Rodeo I que también serán llevados a otros penales "de forma temporal" mientras se reacondiciona el internado.
La agencia especifica que desde el Rodeo I, vecina a Caracas, fueron trasladados en autobuses 800 reclusos a la cárcel de Yare II, en el estado Miranda, otros 400 fueron llevados al penal de Tocorón, en Aragua , 500 a Uribana, en Lara, y 800 al internado de Puente Ayala, en Anzoátegui.
El Gobierno comenzó el viernes una operación con 5.000 militares para retomar el control de las cárceles El Rodeo I y II que ha dejado un saldo parcial de dos militares y un interno muertos, además de 22 soldados heridos, según el ministro de Interior, Tareck El Aissami.
Aunque el gobierno de Hugo Chávez ya tomó pleno control de El Rodeo I aún no ha logrado vencer la resistencia de un grupo conformado por unos 50 presos que, según El Aissami, se niega a la requisa y mantiene sometidos a otros mil reclusos.
Los "líderes negativos" han planteado "que nos retiremos, que no van a permitir la requisa y hay más de mil internos que necesitan mejorar las condiciones, sólo plantean imponer una suerte de vida al margen de la ley", dijo ayer El Aissami, en declaraciones transmitidas por el canal estatal VTV.
No obstante, el ministro aseguró que es cuestión de tiempo para que los internos rebeldes de la prisión entreguen sus armas.
"Nosotros resistiremos el tiempo que sea necesario, el tiempo es desfavorable para ellos, estamos resguardados a la espera que entreguen sus armas", agregó.
La operación de desarme de las penitenciarias fue ordenada después de que el pasado domingo 22 personas murieran y 14 resultaran heridas en esa prisión como consecuencia de un enfrentamiento entre bandas.