Una de ellas es un decreto que será divulgado el 10 de agosto, con el que se obligará a las EPS a capitalizarse y a mejorar sus estándares de servicio, y las que no sean capaces tendrán que desaparecer. Eso significa que quedarán solo las más grandes y sólidas, y que miles de afiliados tendrán que migrar.Además, estas entidades tendrán acceso a una subcuenta administrada por el Fosyga, para sanear sus finanzas. Ese fondo es de recursos nacionales, y existe en este momento.
En cuanto a los hospitales, el Presidente Santos dijo que tendrán que mejorar sus indicadores de eficiencia, y que algunos de ellos se someterán a una vigilancia especial en vista de sus incapacidades administrativas.
También habrá nueva política nacional sobre medicamentos, para intervenir los precios y otras prácticas. Y vienen nuevas formas de ejercer el control, porque según el Presidente Santos al Superintendente de Salud que acaba de renunciar, la labor le quedó grande.
Estas disposiciones coinciden con las marchas que se están llevando en varias ciudades del país, para pedir la derogatoria de la Ley 100 o de seguridad social.
