Calles desoladas y negocios cerrados es el panorama en el corregimiento Puerto López, zona rural de El Bagre, tras el toque de queda armado desde hace más 30 horas que ordenaron las disidencias de las Farc y el ELN a través de un audio amenazante. El gobernador Andrés Julián Rendón viajó a la zona.
Estos dos grupos amenazan a los 60 comerciantes porque no acudieron a una reunión citada. Ahora el Clan del Golfo también los intimidan.
“La disidencia del Estado Mayor Central citó a comerciantes del corregimiento de Puerto López a una reunión con esta disidencia, las AGC se enteraron e inmediatamente prohibieron a los comerciantes ir a la reunión con la advertencia que la persona que fuera a la reunión sería declarado objetivo militar”, manifestó un líder social del corregimiento.
Ni la visita de dos horas del gobernador y los mandos de la fuerza pública contrarrestó el temor de la población.
“Volvamos en medio de estas circunstancias tan difíciles a la normalidad, abramos nuestros negocios, volvamos a trabajar, aquí va a estar el Ejército y la Policía y ellos lo podrán decir para acompañarnos en nuestra vida rutinaria”, señaló el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón.
Las comunidades esperan que el Comité Internacional de la Cruz Roja haga una mediación ante los grupos armados para que permitan reabrir el comercio sin retaliaciones.
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