El Gimnasio El Molino fue uno de los pioneros entre los centros de acondicionamiento físico en Medellín. En sus años dorados brilló con varias sedes que popularizaron este tipo de entrenamiento para la salud y belleza del cuerpo de los medellinenses. Hoy enfrenta la más dura de sus crisis. La pandemia lo tiene contra las cuerdas, agudizando las dificultades para enfrentarse a las grandes cadenas que le compiten.
El mantenimiento y la nómina de personal pueden alcanzar cuotas mensuales cercanas a los 10 millones de pesos, por lo que las restricciones del gobierno para el regreso a su actividad, afectan la estabilidad y amenazan el futuro de este y los más de 400 gimnasios registrados en el departamento de Antioquia. También de aquellos quienes tienen vinculación laboral con estos centros, cerrados indefinidamente por el COVID - 19.
El profe José Luís, del Gimnasio El Molino, es cabeza de una de las 10 familias que depende de las clases y los entrenamientos que hace en El Molino, Don alejandro espera con incertidumbre los anuncios del Gobierno sobre créditos para sostener la crisis y no tener que enterrar este símbolo de la actividad física en la ciudad, que ya superó una generación y que ha sido estandarte galardonado para la capital de nuestro departamento.