Hace ocho meses Mario Fernando Córdoba asumió como Gerente del Hospital General. Durante este periodo no solo se ha enfrentado a gestionar el centro clínico y sus dificultades financieras sino que ha tenido que batallar contra el coronavirus.
Lo ha hecho desde el área administrativa y como médico, pero también como víctima de la enfermedad, de la que ha logrado salir (no bien librado), en dos oportunidades.
En menos de cuatro meses le han diagnosticado las dos infecciones. La última, asegura, con complicaciones en su cuerpo. Hoy, tiene que redoblar sus esfuerzos, pues el cansancio lo acoge con mayor rapidez.
El gerente Córdoba nunca ha probado el tabaco, sin embargo, el estado de sus pulmones reacciona como si fuera un fumador promedio. Esta es la más grave secuela, destaca, que le ha dejado la reinfección.
Agradece no tener un destino fatal con el coronavirus, del que no se han salvado muchos en el país. Por eso, reitera el compromiso que debe tener cada ciudadano frente a esta emergencia, pues la infraestructura hospitalaria no da abasto, sobre todo, por sus colegas, quienes ya sienten los estragos al frente de la pandemia.