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Dos adultos mayores en el municipio de Marinilla contrajeron matrimonio luego de llevar una relación que inició en el asilo San José de este municipio.
Para Gabriel, el flechazo por la que hoy es su esposa inició cuando la vio por primera vez en el asilo San José y lo que, en principio, lo tomó como capricho se le convirtió en una verdadera historia de amor.
Cuando le hizo la propuesta de matrimonio, Ligia aceptó de inmediato y le dio un sí rotundo, pues ella había entendido que era el hombre que quería para el resto de su vida.
Este acontecimiento fue visto por las autoridades de Marinilla, Oriente antioqueño, como un evento poco usual y que llena de alegría a sus habitantes, al sellar este pacto de amor entre Gabriel y Ligia.
Esta pareja de esposos contó con sus familiares más cercanos, amigos y allegados que se reunieron entorno de un juramento de amor eterno.
