Este grupo de jóvenes proviene de las diferentes comunas de la ciudad, su condición de ser vulnerables hizo que la Fundación Juguemos en el Bosque los invitara para capacitarse en barismo.
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Este pequeño carro es motivo de aprendizaje. En él conocen los secretos del café, así ellos poder tener oportunidades y herramientas que les ayuden a sacar adelante proyectos de vida, tener un perfil profesional sólido o emprender.
“Empezó en el 2020, una escuela móvil de barismo, empezamos con mucha ilusión, nos entregaron el carrito una semana antes de empezar pandemia, así que el reto fue doble”, señaló Lucas Velilla de los Ríos, director de la Fundación Juguemos en el Bosque.
Ya son 200 jóvenes los impactados con la iniciativa. Cuando terminan el curso que tiene una duración de 160 horas obtienen certificado y además, la misma entidad los ayuda buscando un lugar para emplearse.
“Tiene un módulo de habilidades blandas donde ven el manejo de emociones, la georeferenciación, el tiempo libre, hay un módulo de habilidades transversales”, contó Lucas.
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La formación se hace con recursos de la fundación con un objetivo de responsabilidad social. Algún interesado en emplear a una de estas personas puede visitar las redes sociales de la fundación @juguemosenelbosque.
