10 años lleva la Fundación Conciencia en un territorio del municipio de Bello que ha quedado en el olvido de muchos, pero que con el trabajo de Cristian y Lina, Nueva Jerusalén tiene esperanza.
“Llegamos a este lugar a quedarnos solo un mes, pero nos hemos enamorado y tenemos establecido diferentes programas y buscamos que estos jóvenes han su proyecto de vida y alcancen sus sueños”, indicó Lina Cardona, directora y fundadora Fundación Conciencia.
Son más de 300 niños que la fundación alimenta, pero no sólo eso, brindan clases de inglés, hay semillero de huertas, grupos de danza y hasta música.
"Nuestro principal objetivo es entregarle hombres y mujeres de bien a la sociedad, formarlos en artes y oficios, para que nuestros jóvenes puedan tomar decisiones acertadas para la vida” , añadió Cristian Guzmán, director de Proyectos Fundación Conciencia.
En la cara de estos niños y jóvenes se ve la ilusión que comparten en cada clase. Esta vez un grupo de voluntarios músicos decidieron enseñarles a tocar algunos instrumentos y compartir sus experiencias de vida.
Sofía Restrepo lleva 9 años en la fundación que le ha brindado nuevos aprendizajes. "A mí me gusta estar acá porque nos enseñan y nos preparan para la vida y nos dan herramientas para la vida"
Buscan que más personas se sumen a esta iniciativa y puedan aportar con sus conocimientos.
“Aquí tenemos programas para voluntarios, eventos y momentos donde cada uno de ustedes es invitado. Este lugar lo mueve el amor” manifestó Cristian.
En medio de las casas de madera, aluminio y ladrillo y en lo más alto de Bello, la Fundación Conciencia deja huella y traza un nuevo camino para el futuro de estos pequeños.