A sus 77 años, María Duberlina, pensionada ya del magisterio sigue dando cátedra y enseñando con sus palabras de sabiduría. Asegura que por más de 50 años fue una maestra de vocación.
Es elocuente y amena al hablar, recuerda que se graduó como normalista en el año 1958 en el municipio de Sopetrán y desde entonces, no ha parado de enseñar. Tras varios años de compartir conocimiento en veredas de Liborina, viajó a Medellín donde creó una institución educativa que funciona desde hace 42 años en el barrio Girardot, comuna 5 Castilla.
Entre cientos de egresados de primaria y bachillerato en toda Antioquia, esta profesora rural y urbana que extraña la tiza y el tablero, dejó un legado más para la educación del país: sus 3 hijos, entre ellos, un ingeniero, hoy son docentes escolares y universitarios, con la misma vocación.
Estas dos profesoras están convencidas, que aunque el mundo y la educación seguirán transformándose, la vocación y amor por la tiza, y el aprendizaje seguirán en sus corazones para siempre