Gracias al nuevo modelo de atención a los jóvenes infractores del centro Carlos Lleras Restrepo en Robledo, las condiciones sociales y de infraestructura han cambiado para más de mil menores que hoy en día están en el sistema de responsabilidad penal adolescente.
Los cambios físicos y sociales en el modelo de atención al joven infractor en la antigua Pola son evidentes, y de un lugar donde se fugaron entre 2012 y 2016 más de 400 jóvenes, en 2018 la cifra disminuyó a 30.
Las condiciones de seguridad cambiaron y la forma de atender a los jóvenes infractores también, por eso Hugo, después de estar interno 63 meses, hoy en día está alejado de las drogas y los malos vicios, y comparte su experiencia con sus excompañeros.
Los 365 infractores albergados en este centro de atención están terminando la primaria y secundaria, y 47 más cursan carreras universitarias. Además cuentan con 7 talleres para recibir formación laboral.
Gracias a este nuevo modelo de atención, en lo que va de este año, no ha ocurrido un solo caso de fuga.