Alrededor de tres semanas lleva el Ejército Nacional adelantando operaciones para destruir las minas antipersonales que, según comunidades indígenas, han sido instaladas por grupos armados ilegales en los campos del municipio de Murindó, Urabá Antioqueño.
Además del desminado militar, las tropas también se han desplegado por el municipio generando las condiciones de seguridad necesarias para el ingreso de ayudas humanitarias a los más de mil indígenas que permanecen confinados desde inicios de febrero por temor de caer en los campos minados.
Según las fuerzas militares, Murindó es un corredor de movilidad de rentas ilícitas, en donde se mantiene una disputa por el ELN y el Clan del Golfo. Por ello, las acciones también están enfocadas en combatir a los grupos armados que generan terror en esta zona.
La operación de asistencia humanitaria se mantendrá durante los próximos días y se espera que puedan llegar más de 25 toneladas de ayudas a estas comunidades.