El fotógrafo Ruso Daniel Kordan capturó varias fotografías en la montaña Bokty, al oeste de Kazajistán, que demostraría rastros oceánicos antiguos.
Estas fotografías, que muestran uno de los paisajes naturales más retratados del país, fueron tomadas al amanecer, cuando la luz resalta los tonos ocres, rojizos y blancos de esta formación geológica.
La montaña Bokty tiene 165 metros de altura, una apariencia que recuerda a un pastel en capas y hace parte de la Reserva Histórica y Cultural Estatal de Mangystau y está protegida como patrimonio natural.
Según la historia de esta montaña, cada una de las capas de este paisaje estuvo sumergida bajo el mar hace millones de años. Los colores se formaron por la acumulación de sedimentos y minerales en distintas épocas, lo que convierte a esta formación en una lección viva de geología.
En su interior se han encontrado restos fósiles como dientes de tiburón, lo que confirma que esta zona fue parte del mar de Tetis, un antiguo océano que cubría gran parte de Asia Central durante la era Mesozoica.
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