Por lo menos dos meses, tuvo que esperar Jesús Londoño para ingresar al Cementerio Campos de Paz. El vendedor de flores en este sitio, hace más de 40 años, debió salir a la calle a rebuscarse el dinero.
Hace una semana, pudo volver a su puesto de flores, con la esperanza de retomar la venta de ramos, sin embargo, solo 8 ha logrado comercializar en ese tiempo.
Cómo él, otros once floristeros están tratando de sobrevivir, solo 4 van al camposanto.
Aunque piden que el cementerio tenga sus puertas abiertas, por ahora esto no es posible pues el Gobierno Nacional aún no ha dado vía libre. Al cementerio, han dejado de llegar por lo menos 2.000 visitantes por día, situación que le pasa factura a los floriesteros y a sus familias.