Yenid Arenas pagó 4 años de cárcel por hurto, un mes después de salir de prisión decidió emprender un sueño y creó su propia empresa dedicada a elaborar calzado y vestuario para niños.
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Luis Fernando también es otro ejemplo de paso de la ilegalidad a la legalidad. En 2005 dejó las filas de las AUC y cambio las armas por un dulce negocio que heredó de su abuela.
Medellín tiene 1.860 personas que pertenecen al programa de Paz y Reconciliación y 183 al de pospenados.