El felino, una hembra juvenil, fue encontrado en febrero de 2024 en una vivienda de Bello, donde permanecía en cautiverio.
El animal cayó del tercer piso al segundo de la casa, terminando en el patio de un vecino, lo que alertó a la comunidad y permitió que la Policía Nacional y el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación del Área Metropolitana del Valle de Aburrá intervinieran rápidamente.
Gracias a estos esfuerzos, el margay comenzó a demostrar habilidades de caza, acecho y forrajeo, y finalmente fue declarado apto para la liberación luego de mostrar problemas de salud relacionados con una alimentación inadecuada y falta de estímulos propios de la vida silvestre.
Su regreso a la libertad se realizó en la Reserva Natural El Globo, un bosque de niebla en el suroeste de Antioquia.
Los margays, como otros felinos silvestres, cumplen un papel vital en el equilibrio de los bosques y su protección es fundamental. Por ello, especialistas destacan que este caso es un ejemplo claro de la gravedad del tráfico ilegal de fauna silvestre afectando la salud de los ecosistemas.
Felino que había sido víctima de tráfico ilegal, se recuperó y regresó a su hábitat natural
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