Este es Diego Fausto, un hombre que encontró en el arte la luz para continuar cuando todo en su vida se puso oscuro. Su motivación fue su familia que, con amor, lo motivó y hoy es ejemplo de superación.
A Diego Fausto su vida le dio un giro de 180 grados a los 43 años, luego de sufrir un accidente.
Fausto había dedicado toda su vida a la carpintería, pero, a raíz de este accidente, fue diagnosticado con cuadriplejía, por lo que no pudo seguir ejerciendo este oficio, aunque en medio de todas las emociones que generó esta noticia, el amor de su familia lo motivó para un nuevo comienzo.
Este es un claro ejemplo de cómo, a veces, situaciones negativas se pueden convertir en oportunidades, pues siempre que haya vida hay razones y formas de seguir brillando y ser feliz.