En el Urabá antioqueño, el río Apartadó generó desastres. Los habitantes han tenido que ingeniárselas para transitar por las vías que se convirtieron en ríos de lodo y escombros en los cuales quedaron convertidos los enseres.
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Hasta el momento y tras un recorrido por las zonas afectadas, hay registro de 1900 familias damnificadas.
Tras la instalación de un Puesto de Mando Unificado se anunciaron intervenciones a corto, mediano y largo plazo, entre ellas la creación de un grupo de trabajo para adelantar un proyecto que permita la reubicación de las viviendas ubicadas en zonas de riesgo, la entrega de ayudas, remoción de escombros y las intervenciones que se deben hacer en el río, puesto que no es la primera vez que se sale de su cauce.
Durante la visita el gobierno departamental aseguró que lleva dos meses solicitando ayuda al Gobierno Nacional, pero no ha sido posible. La gobernación aportará 550 millones de pesos para atender la emergencia.