Inquebrantable, así es la fe de la familia Ruiz García, pues ni siquiera una pandemia les impidió conmemorar el domingo de ramos, ellos trasladaron esta celebración desde la iglesia hasta su casa a través de un altar con veladoras, una virgen y el santo rosario.
Para Claudia la fe y el amor hacia Dios se lleva dentro del corazón y no es necesario ir hasta una iglesia para poder alabarlo, siendo esta una enseñanza que ha inculcado a su familia.
Y aunque se les hizo extraño no pasar el domingo de ramos en compañía de sus hermanos de la iglesia, esta unida familia entendió que el cuidado de su salud y vida es lo más importante.
Padres e hijos aprovecharon los medios tecnológicos para no perderse la procesión del domingo de ramos.