¿Quién no ha bailado alguna vez al ritmo de “La Sirena”? Ese himno de las fiestas colombianas que, junto a otros éxitos como “Londres”, “Llora Corazón” y “El Emperadorcito”, consolidaron a Nelson González como una leyenda de la salsa tropical. Hoy, el “emperador de la salsa” dice adiós a los 78 años, dejando un legado imborrable en la música latina.
Su música, que fusionaba tradición venezolana como el bayón y la modernidad de los sonidos latinos, se convirtió en la banda sonora de generaciones enteras. A pesar de diferencias con su hermano Luis Felipe, que lo llevaron a caminos separados, Nelson nunca dejó de crear y compartir su arte.
Su partida deja un vacío en el corazón de la salsa y la música tropical, pero su legado vivirá en cada fiesta, en cada baile, en cada nota que haga vibrar a quienes lo escuchan.
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