En un reciente informe, Asobancaria destacó el rol del extranjero y cómo están influyendo en el precio de la vivienda en el Valle de Aburrá en los últimos años.
Así pues, según esta entidad entre el 2021 y 2022 en el Valle de Aburrá 607.000, lo que equivale al 95 % de los extranjeros que ingresan al departamento de Antioquia y a pesar de la pandemia el flujo ha sido constante en esta región.
Este gremio resaltó que, con la llegada de ciudadanos de otras partes del mundo se ha estimulado el arrendamiento corto como lo son los Airbnb que desde 2020 ha experimentado un crecimiento del 66% y permitió canalizar la significativa cifra de US$62 millones en el 2022.
Esta dinámica dinamiza la economía local y valoriza los inmuebles, pero afecta significativamente la construcción de vivienda de precio medio y alto en favor de la de interés social, ya que encarece el precio de los suelos y genera una limitación parcial en la oferta de viviendas.
“Si bien estos cambios obedecen a la dinámica del mercado y están a asociados a la densificación y el aumento del turismo, implica para algunas familias la necesidad de mudarse a espacios más económicos, por lo que se hace muy relevante considerar desde la política pública las herramientas necesarias para combinar estos procesos con el desarrollo proyectos de vivienda de interés social (VIS)”, señaló la entidad.
Por eso se ha visto una disminución en el arrendamiento a largo plazo y el aumento de los costos de arrendamiento.
De este modo, en un análisis realizado se logró establecer que el precio del suelo pasó de $4,3 millones en 2021 a $5,7 millones en junio de 2023, lo que representó un sustancial crecimiento del 32%.
