La expectativa entre los habitantes del occidente de Antioquia por el impacto de este megaproyecto, los tiene soñando con empleo y nuevas oportunidades de crecimiento económico a través de la agricultura y el turismo.
Los megaproyectos se cuentan con números. Doña Ángela habita en la zona de influencia del Túnel del Toyo. Con un poco más de setenta años, en su casa de Buriticá la visitan siete hijos, 16 nietos y ocho bisnietos.
A pocos metros de la obra vive Manuel de Jesús, allí queda la antigua vía al Urabá. Una carretera sin pavimento, donde el desarrollo no se ha hecho sentir.
Para los habitantes de la zona de influencia del proyecto, esta construcción puede significar conseguir empleo y facilitar la venta de los productos agrícolas de la región. 190 mil personas trabajarían en el Túnel.