11 personas que se encontraban en situación de calle recibieron su diploma de bachiller y otros 15 como educadores terapéuticos, como parte del proceso de resocialización que busca posibilitar la reintegración social y familiar.
Desde los 12 años de edad Isabela Buitrago abandonó su casa y se dedicó a consumir drogas y a recorrer las calles sin rumbo alguno. A los 17 años decidió vincularse al proceso de resocialización que hoy en día le permitió graduarse como bachiller y perseguir su sueño de convertirse en fotógrafa profesional.
Sebastián Henao fue consumidor de varias drogas, situación que lo llevó a perder su familia y empleo. Hoy con su diploma de Educador terapéutico sueña ayudar a personas que como él están decididas a retomar su camino y alejarse de las drogas.
Estos jóvenes entre los 18 y 31 años de edad están próximos a realizar su reintegración familiar y a iniciar su búsqueda laboral para continuar su proceso de recuperación.