Aunque se trata de precisar si la saturación de aguas en la montaña habría provocado el gigantesco deslizamiento en la vereda Granizal de Bello que dejó 27 fallecidos, el Siata confirmó que en la madrugada del 24 de junio se registró en esa ladera nororiental un aguacero torrencial con una intensidad de entre 60 y 70 milímetros de lluvia por metro cuadrado.
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Los análisis de investigaciones en la Universidad de Antioquia advierten que esta clase de emergencia climática no es anormal, pues cada década se presenta una en promedio, es decir, un aguacero como este ya había ocurrido en el pasado y podría volver a suceder en el futuro cercano.
“Se encontró que, según los registros históricos disponibles un evento de esa magnitud se daría más o menos cada 10 años”, indicó Paola Arias Gómez, docente e investigadora de la Universidad de Antioquia
Este hallazgo fue presentado en un estudio del Imperial College de Londres. Incluso, la ladera tenía una saturación acumulad porque en abril no llovía con tanta intensidad desde hace 14 años, mientras que, en junio, cuando ocurrió la tragedia, se duplicaron las precipitaciones habituales.
“Y a las 9 de la noche se empezó a dar ese máximo de precipitación, allí lo que tuvimos fue el efecto de la topografía”, agregó Gómez.
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A pesar de la inestabilidad del terreno y que no se cumple un mes de esta emergencia, la Alcaldía de Bello denunció que en la zona del deslizamiento ya se está registrando loteo ilegal. En la zona hay alto riesgo porque aún se podrían generar nuevos movimientos de masa.
Estudio de la UdeA analizó intensidad de aguacero que cayó el día de la emergencia en Granizal
